viernes, 22 de julio de 2011

OTRA VEZ....

Un hombre mayor, italiano, que vivía en las afueras de Nápoles, fue a la iglesia local a confesarse. 
Cuando el sacerdote abrió el tablero del confesionario, el hombredijo: 
- Padre... Durante Segunda Guerra Mundial, una mujer bonita golpeó a mi puerta y me pidió que la escondiera del enemigo. Así que yo la escondí en mi altillo... 



- ¡Esa fue una cosa maravillosa que has hecho, hijo -contestó elsacerdote- no tienes la necesidad de confesar eso. 
- No Padre, es que ella empezó a agradecerme con 'favores sexuales'. 
- Estando en gran peligro y bajo esas circunstancias, dos personaspueden ser muy tentadas a actuar así. Pero si lo sientes verdaderamente, estás perdonado de hecho.. 
- Gracias, Padre. Ésa es una gran carga que le saca a mi alma. Pero tengo una duda más. 
- ¿Y cuál es, hijo? 
- ¿Cree Ud. que debería decirle que la guerra ha terminado?

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